"Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto." -Les Luthiers
Cuando recibí mi diagnóstico de Trastorno límite de personalidad (borderline personality disorder) fue un shock muy grande para mi, no entendía que era lo que me estaba pasando. Pensaba que me había vuelto loca y que nunca volvería a estar bien.
Hoy me doy cuenta que el TLP se ha vuelto un gran amigo y compañero de vida. Hemos aprendido a convivir juntos. Como buenos amigos tenemos grandes momentos y otros donde nos odiamos. Ha sido un regalo que me dio la vida, he aprendido a conocerme, saber cuales son mis límites, conocer mis fortalezas y debilidades; y sobre todo aprendí a levantarme de mis caídas y resignificarlas para sacar lo mejor de mi.
Gracias border por todo lo que me has dado y enseñado.
Tania Aréstegui
VALE LA PENA
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